Sabina me contaba al oido historias de amores rotos y yo observaba el paisaje mientras recorria 900km.
LLuvia y sol se alternaban para compañarme desde ese rincon donde siempre soy feliz,hasta este otro lugar donde todos los días me levanto con ese proposito y no siempre lo consigo.
LLuvia y sol se alternaban para compañarme desde ese rincon donde siempre soy feliz,hasta este otro lugar donde todos los días me levanto con ese proposito y no siempre lo consigo.
No me gusta sentirme triste porque se acaben las vacaciones. No me gusta tener que huir para reirme.
No me gusta echar de menos tan pronto.
No es bueno que me aburra lo cotidiano, que no me apetezca ir a trabajar.
Estos son síntomas de que algo se esta incubando.
Me lo tendré que mirar... no?
un besote
ResponderEliminardos besotes
tres besotes
va! cuatro besotes
....y si te vas a tu pueblo cuando te veo yo?
No te engañes. La felicidad no depende del sitio en el que estés, aunque es fácil dejarse arrastrar por el espejismo epsódico de unas vacaciones. Si estás bien contigo misma y con lo que haces serás feliz en cualquier lugar.
ResponderEliminarQuiérete mucho. Disfruta de todo lo que hagas.
Besos postvacacionales