Agárrate fuerte.
“Dirigimos nuestras vida como si fuésemos patrones de un velero:
no podemos elegir el oleaje, ni los vientos, ni siquiera la eslora del barco; sólo podemos elegir el rumbo y manejar con destreza las velas y el timón.
Y esto es lo realmente importante: no hay buen viento para quién no sabe hacia dónde va.
Ojalá sople el viento a nuestro a favor,
ojalá sean suaves las tormentas y no tengamos demasiados días de calma chicha que nos impidan seguir avanzando, ojalá...
Pero por si no fueran así las cosas,hay que aprender a navegar a barlovento,
plantando cara al viento en contra;
o a esperar, pacientes, a que el viento favorable, vuelva a soplar.”
(J..A. Marina.)
Es precioso!, tan cierto.....
ResponderEliminarun gran beso