sábado, 27 de diciembre de 2008

solo una vez mas



Hacía 6 meses que no la veía.

Ayer, 6 meses, para ser mas exactos.

A pesar de la intensidad, de las emociones, de la pasión, había decidido que aquella relación no me llevaba a ninguna parte.
Durante este periodo de tiempo sufri las mismas fases de desengache que un cocainómano. Ira, depresión, transferencias,...


Me refugié en el deporte como un vigorexico, en otras mujeres, en las series americanas mas actuales, y ahora, después de 6 meses, ya no pensaba en ella cada 3 minutos. Incluso, algunos días, apenas me acordaba de su piel con olor a jabon, de su mirada de deseo perpetuo, ni del sabor de sus labios.

Seguramente, de manera inconsciente sabía que era fácil que ella estuviera allí, y es mas probable que esa fuera la razon por la que me afeité dos veces y que me puse esa camiseta, que pienso, me favorece.

La ví, nada mas entrar, al otro lado de la barra, rodeada de sus amigos y ya no pude dejar de observarla, como si solo existiera ella, entre la multitud, como si un foco enorme iluminara el recorrido entre mis ojos y su cuerpo.
Bastaron 3 segundos para notar la reacción inmediata de su presencia. El corazon acelerado , mi sexo enhiesto, las dudas y las indecisiones.

Los NOOS en mi cabeza retumbando como tambores impotentes.

Si la vida fuera como una " peli". Ahora deberian de cruzarse nuestras miradas, mientras suena un temazo BSO y encontrarnos a mitad de camino de este pub cutre para fundirmos en un beso eterno como el de Lauren Bacal y Bogart o Julia roberts y richard Guere, al mejor estilo americano, pero la realidad era, que ella seguia absorta en su risa, mientras yo, me debatia en mis emociones y me preguntaba porque podia ser feliz sin mí.


Intentaba recordar porque la deje, porque pudo mas mi cobardia, que la pasion y el deseo.

Porque una vez mas deje que mis miedos me aprataran de lo que YO QUERIA.



Recorrí la distancia que nos separaba ajeno a toda voluntad, arrastrado por una fuerza superior y a medio metro espere a que percibiera mi presencia. Clavo sus ojos en mí,

Y mientras me decía - Hola- , pausadamente, pude sentir sus entrañas inquietas ahogando el deseo

_¿cómo estas? _

le pregunte, sabiendome absurdo y ridiculo. - Dímelo tú_ me respondio ella provocadora. - Te echo de menos_ salió de mis labios sin permiso y ella aguanto el silencio,

no era suficiente para que una vez mas, se dejara llevar.


Un segundo eterno para irme.


Y sin embargo, hize todo lo contrario. Me acerque tanto como pude para susurrale al oido, cuanto deseaba hacer el amor con ella, roce con mis labios su cuello, con la certeza de saber lo que podia provocar en su piel, y en su sexo ahora ya húmedo.


- Ahora? - me dijo con esa mirada irrestible que la convierte en un ser capaz de cualquier cosa para apaciguar su pasión y para recordarme que era imposible dominar esta situación.

Vamonos! ...sal tú primero!... los antiguos codigos seguían funcionando, no recuerdo nada de lo que paso despues. Como consiguió deshacerse de sus amigos, ni como encontramos su coche, ni como llegamos hasta allí.
Pero diez minutos despues, buceaba entre su piernas.
Nos faltaban manos, boca, cuerpo. Nos besamos devorandonos, mordiendonos, y sólo cuando entre en lo mas profundo de su cuerpo, el mundo dejo de girar, los tambores de retumbar en mi cabeza, me sentí tranquilo.


Aquí es donde quiero estar.

Aquí puedo morirme..









1 comentario:

  1. El deseo nos vuelve locos
    cuando contienen el deseo y luegolo dejas que salga
    estalla
    como los juegos artificiales
    ufff

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