miércoles, 14 de diciembre de 2011

siesta


EXISTES?

Finjo que veo la tv, pero no consigo enterarme de nada…

Releo las páginas hasta 5 veces, sin poder pasar del primer párrafo. ...

Deambulo por la casa sin conseguir acordarme que debo hacer,…

Y es que lo siento aquí.

Siento su peso encima de mi cuerpo y sus caderas apretándome.

Su sabor gelatinoso perdura eternamente en mi saliva.

No puedo quitarme ese olor a deseo...

Como si el amor fuera palpable.

El sigue aquí…


Cierro los ojos , para recordar...


Desliza sus manos tímidamente por debajo de mi camiseta, Se entretiene en mis pequeños pezones erectos, los rodea y los muerde, siempre más el derecho que el izquierdo.

Reclinada sobre almohadones, no quiero perderle de vista, me gusta como trajina por mi cuerpo, Sigue la línea del esternón hasta el ombligo y mientras me saborea dulcemente, su mano traviesa, rebusca entre mis piernas…

Me aprieta suave al subir y desliza su mano relajada al bajar abriendo los dedos al final del recorrido para acariciarme mucho más lejos.

SU pene arde entre mis dedos largos, erecto, inicio un movimiento aparentemente liviano;

Finjo más en recorrer sus caderas con mi lengua, como si lo que llevo entre manos, fuera casual y lo realmente lo importante sea seducirle con mi mirada ansiosa de deseo, o lamer la ultima costilla, o le encima de los párpados...


Me busca la boca y llena mis labios con besos mojados. mordisquea mi cuello, mis hombros, juguetea con el lóbulo derecho atrapándolo entre los dientes en el punto exacto entre el dolor y el placer, sin olvidarse del movimiento mágico que realiza con sus dedos.

Me vuelvo loca, cuando le observo coger posición para centrarse en mi sexo, me saborea , como el helado cremoso mas apetitoso que jamás pueda existir.

Entretenido, relame, recorre y absorbe mi sexo encendido...Sentirle disfrutar de mi cuerpo me exalta y quisiera volverme loca y fundirme dentro de su cuerpo y sin embargo, no quiero que pare nunca que se eternice este instante de placer al limite.

Ahora sus manos y su boca recorren toda mi entrepierna. Los abandona un instante para recorrer mis rodillas y todos los poros de mi piel la esperan suplicantes. Le siento dulce, le siento apasionado, la siento excitado, siento su propio placer en cada movimiento, su saliva densa...

Quisiera gemir, pero no me lo permito.

Contengo mi deseo mordiéndome el labio inferior.

Me gustaría decirle lo que me gusta, pero me callo.

Me gustaría decirle que me vuelve loca pero no me atrevo.

Me gustaría gritarle que le amo, pero no es buen momento.

Me gustaría tocarle yo también...


Durante unos instantes los dos nos buscamos, nos rozamos, hasta perder el sentido finito de la piel.

Su mirada picara y dulce me habla desde el deseo y me coloca reposada sobre almohadones para que le deje hacer y me rindo ante su ojos insistentes.

Sube y baja, manos, boca, pechos, todo. Recorre mi sexo , a punto de estallar, contenido y exhausto


Aumenta la intensidad de su boca y de su mano que ahora trabajan juntas y cierro los ojos para escaparme al mundo de los dioses…



1 comentario:

  1. Niña, tu estas enamorada, hasta las trancas además. Procura que no duela esta vez. Besos.

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